Echo de menos su nombre. Echo de menos a él. Hace falta más de mi. Me siento absurda, sólo me gustaría desaparecer y no volver a cruzar la mirada con el impetuoso amor. Dicen, que todo tiene su porqué, su causa, esta vez, fue para hacerme más mierda de lo que soy... Fue un momento tan feliz y tan efímero... Lejano se ve, lejano seguirá siendo. Tu y yo seremos eternos, seremos una deuda pendiente de nuestro pasado.
Cuando pruebas el placer, y no me refiero el placer sexual, no quieres retroceder a antaño, sólo permanecer en ese éxtasis tan armonioso. Pero, lo mío es un continúo vaivén de llantos, suspiros, penas, sonrisas, alguna que otra sacudida... Algún que otro temblor que continúa recordándome que tu y yo no somos nada cuando podríamos serlo todo. Tengo la certeza de que el tiempo jugará sus cartas, porque todo esto está tocando demasiado mi fibra sensible. Me siento culpable de lo sucedido, y tú no das señales de misericordia ni compasión, me veo sola ante un muro que tienes que iniciar tú. Me has dejado sola entre apariencias, entre sombras... Espero de nuevo tu llegada, sólo que no sea demasiado tarde... Porque tarde llegó mi recuerdo de tenerte sin haber un "nosotros".
3 comentarios:
Tiempo... necesitas tiempo.
Me identifico totalmente con esta entrada. Realmente no puedo describir cuanto, y duele tanto...
Me encanta tu manera de expresarlo al igual que me encanta todo tu blog y su diseño es de mis favoritos.
Besos, -Ana.
El amor puede se la cosa más maravillosa del mundo si eres correspondido, o la peor si no lo eres.
Saludos :)
Publicar un comentario