re-nacer, re-hacerse ante la violencia de todo este mundo

27 jul 2013

Arapos del viento


Cuándo tu y yo éramos hombre y mujer. Cuándo tu y yo.

Se detiene la escarcha que recorre la calle. Se mofa el reloj. Se ralentiza el tiempo. Se desvanece la niebla. Se tiende el mar. Permanecemos cogidos de la mano, esperando que la calma llegue. Esperando ser arapos del viento que van y vienen como gaviotas al cielo. 







26 jul 2013


Puedes llamarme enloquecida si el sabor de tu boca se convierte en mi mayor droga y tus labios, mi mayor tormento. Y sí, di que el cielo se tiñe de rojo solo para contemplar lo que son capaces de absorber tus ojos.

23 jul 2013


Un señor se ha ido, dejando libre mi camino de soledad. Se ha ido, acompañando mis sentimientos bajo su tumba, su fría y atormentada tumba. Sí, claro que atormentada. Él sabrá las veces que he pecado por él y llorado, cuando todas las tardes me robaba el alma dándome en falso amor. Él sabrá las veces que quise morir por él mientras él se reía en mi cara, como la tonta de barrio que era. Su tonta cría. Tenía un corazón de hierro, de hielo y agua congelada. Pero, eso él no lo aguantó, se lo llevó a la muerte con todo su cargo de conciencia por cómo me dejó. Desplumada, dolorida, cuando al fin parecía que todo florecía, todo lo que intenté construir cayó en pedazos, pagando un precio justo. Arrevatándole su vida, su asquerosa vida. Fue torturado, me daba pena, pero se lo merecía. No se lo pagué yo, sino el tiempo que es justo y sabio. Solo intentó salvarlo mi amor, mi incrédulo y despreciado amor, que aun así se convirtió en trizas.

15 jul 2013


Ni la vida, ni la muerte, ni siquiera el sentido común te aferran a algo como lo es tan fuerte y desmesurado el amor, en el estado más puro, cuando llegas al enamoramiento. Amando hasta que la muerte separe, hasta que los árboles dejen de crecer, hasta que la vida termine, dejando en su espesura las hojas que algún día de ese momento fueron testigos de las más pruebas que el amor pudo hacer por vosotros dos. Que aunque por mucho que pasen los años y las huellas de la tierra convertidas en vida, amar en la eternidad sólo es cuestión de que aún muertos y en carne viva, el amor hiera.



12 jul 2013


Qué placentero sería hallarme solitaria en esta estampa fría e insólita, 
acompañada solo por la brisa de la mañana, solo por mi propio silencio y latido.
Qué placentero sería poder llorar hasta hartarme sin que nadie me juzgara por este acto tan bondadoso y valioso que nos convierte en el más puro perdón.
Qué placentero sería sonreír sin que nadie viera mi fea sonrisa y se ría de lo tonta que soy.
Qué placentero sería vivir de la mentira y no enfrentar la cruda verdad que es esta realidad.
Qué placer ser fantasía.
Qué placer ser desaparecida.
Qué placer vivir dónde solo el sol y la naturaleza conozca tus más preciados sentimientos.
Qué placentero sería encontrar a un alma, la cual, te haga ver lo magnífico que eres. Esa alma
que te haga ser felicidad y consuma todos tus errores y te haga en virtud.  Esa alma que no se desgracia con apreciarte y valorarte, con mirarte y honrarte. 
Esa alma que hacer ver lo bueno que hay en ti. 
Que aporta la seguridad y la confianza para creer en ella.
Qué placentero sería... sería... sería... todo, si ojalá fuera.
Qué placer cuando estuviera muerta porque sí, así sería.



7 jul 2013

De la forma en la que él me tocaba


Que viviendo en tus brazos la vida pasa, 
como bailan los pájaros al volar, 
llegando a un punto 
en el que ni existe el tiempo, 
ni la vida misma, ni la puta 
realidad a la que estamos acostumbrados.
Que contemplando tus fijantes miradas, 
los amaneceres se quedan
cortos de significado, y las flores 
van perdiendo su encanto.
Que si lograra escuchar esa sonrisa 
tan radiante como si fuera el propio
 sol, perdería la noción
de mi misma , tanto como que añoraría 
la razón de mi existencia.
Que el silencio ni oye tu risa 
cuando flora en el mar,
ni tu bello cuerpo acariciado 
por la espesa manta azul de agua.
Que me vuelves loca.
Que recuerdas a la niñez perdida.
Que pendo de tu propio hilo.
Que por mucho que pasen los años siempre serás 
el dulce castigo que me propuso el destino
y mi debilidad ante los demás.
Y que si, que cada vez que me tocas, volvería a ser tuya.

1 jul 2013

El punto de tu lunar y mi labio


Costaba perdernos, pero más costaba encontrarnos.
Y este final que tanto desesperaba,
se quedaba postrado en nuestra cama,
con nuestro sueño, que poco a poco se iba
desvaneciendo.

Quédate.