re-nacer, re-hacerse ante la violencia de todo este mundo

26 dic 2016

En la conciencia siempre residimos,
en el corazón siempre nos llevamos.
Y aún por mis ojos pasas, 
andando, corriendo, riendo, llorando...
Pero no te puedo tocar,
a mis manos no llegas
aunque te vea por todos lados,
aunque te sienta conmigo.
Y lo sé, ya no estás,
ya no estás físicamente
ni en la superficie de mi vida.
Pasaste al pozo del historial,
al fondo de mis recuerdos.
Aunque se haya apagado nuestra unión,
yo sé que el contacto sigue existiendo,
cuando nos pensamos o giramos la cabeza
para ver si estamos entre la multitud,
en la calle, en las caras de los demás.
No te olvidaré en sí,
formaste, aportaste y te quedaste en mi vida.
Sólo aprendí a existir con ello
y a mirarte desde mis ojos,
desde que se cierran 
hasta despertar del sueño.

7 dic 2016

Cuando ya no

Cuando ya no hay motivos para quedarse,
cuando el café se queda frío 
o no queda simplemente,
me convierto en la sombra de ayer.
La misma que con lo demás
se desvanece.
Ya no somos los del pasado,
no nos pertenece el futuro.
Solos, cada día empezamos solos.
Cada vez un nuevo día 
que también se desvanece
sin siquiera pensarlo.
Cuando ya no hay motivos para quedarse,
ya no sé que hacer.
Si huir, si vivir, si sentarme a mirar la pared...
No sé si hablar o mudar.
Mudarme, mudarme la piel,
la cabeza, el cuerpo,
las extremidades,
la mente y el corazón.
Hacer la mudanza de mi vida,
El olvido de toda mi existencia.
Empezar de cero.
Apagar las luces,
resetearme y encender una vela.
Porque no sé que pasará
y tengo miedo.