¿Por qué? ¿Quieres saber por qué?
Entra en una cabina bronceadora y fríete durante dos o tres días. Cuando las ampollas de tu piel hayan estallado y te hayas descamado, retuércete en sal gorda y después ponte ropa interior cosida con hilo de cristal y alambre de cuchillas. Vístete con tu ropa habitual, siempre y cuando te vaya estrecha.
Fuma pólvora y ve al instituto, para brincar entre aros, siéntate y suplica, cumple las órdenes. Escucha los murmullos que se cuelan en tu cabeza por la noche, llamándote fea y gorda y estúpida y puta y zorra y lo peor de todo, “una decepción”. Vomitas y te mueres de hambre y te cortas y bebes porque necesitas un anestésico y eso funciona. Durante un rato. Pero entonces el anestésico se convierte en veneno y para entonces ya es demasiado tarde porque ya estás colocada hasta el alma. Te está pudriendo por dentro pero no puedes parar.
Te miras en el espejo y sólo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.
“¿Por qué?”, no es la pregunta correcta.
Pregúntate, “¿Por qué no?”
“Cuando era un chica de verdad, mi madre me alimentaba
con sus sueños de cristal, una cucharada cada cierto tiempo.”
Frío, Laurie Halse Anderson
3 comentarios:
A veces nos destruimos a nosotros mismos porque realmente no sabemos querernos.. Sin embargo en la autodestrucción no está el sentirse mejor.
Besos.
La vida es así, nos lleva a hacer cosas que no debemos y a pesar de saber que no deberíamos seguimos con nuestros vicios. Y de esta forma, perdí quien era y pase a ser una chica de aquel puñado que no tiene identidad y que va perdida por la vida sin saber hacia donde se dirige. La verdad es que no se que decir, me he identificado "demasiado" con la entrada.
Besos
Vaya, lo que escribes es profundo y con mucho sentimiento...me ha gustado mucho tu blog y como expresas las cosas!
Saludos :D
Publicar un comentario