Violent Dreams

Se hace de noche, sola en las calles, sola en las sombras. Quisiera perpetuar los momentos y evocar al tiempo en su recuerdo.

Se hace de noche, la oscuridad atrapa mis sentidos y el demonio que llevo dentro pretende salir. Oigo gritos por todas las esquinas, contemplan mi reflejo demacrado, hundido. Estoy sola en mi perdida alma, nadie entiende de locura, ni siquiera el loco. Pero entendí de razón y lógica, me di cuenta de que estoy y estaré sola entre las calles, las sombras y las almas que me recuerdan mi hipócrita existencia.

We can be heroes

Sé que nada podría pasar, como bien sé (y sabré) que podría pasar de todo. Lógicamente y conociéndome a mi y a mi vida de mierda, supongo que nunca ocurrirá nada. Solo se me pasará la vida evidentemente. 

Miles de esperas se concentrarán en tristezas y penas,

 en realidades soñadas y frustradas. 

Todo se volverá momentos y recuerdos rotos. 

Por lo tanto, sólo me queda la esperanza de que algún día, 

quizás cuando esté muerta, podamos ser héroes.

Éxtasis

Abandono mi cuerpo, de este cruel tormento. Sábanas de seda impregnan mi sangre, evoluciono a la nada.

Sin más pierdo la conciencia, me dejo vencer.  Tinieblas de luchas, tinieblas de desconsuelos, tinieblas de lágrimas dicen adiós. Los llantos se mezclan con gritos. Yo soy silencio y en este silencio respiro. Ojos que me miran por todas partes, voces que aniquilan mi dulce y aprisionado corazón. Abandono mi cuerpo, mi prohibido dueño se avecina (y tú eres silencio). Me evado de las pesadillas que atrapan mi mente, son sólo suspiros dementes. Era buena chica hasta que me hechizó tu éxtasis. Delicioso delirio el que me colocaba. Llamaste a mi cama y como arte, volamos en falso amor. El aroma de tu cuerpo, la respiración de tu corazón, son drogas

que atraen hasta un pobre muerto. Loca que me dejo llevar por tu vil esencia. La marca del placer se define por tu nombre y la muerte resuena por todo mi lecho.

Benditas las almas que nos contemplan, bellos demonios los que se aparean. Tu y yo como débiles animales en celo.

Vuelvo a renacer, de todas formas despertaré sin sentirte nunca mío.

caotic

Aún recuerdo cuando tu y yo éramos parte de un destino, aquel que confundía nuestras sombras con lirios. Permanecía quieto, tranquilo a nuestro lado y se posaba en nuestras lágrimas cada vez que llovía en esos cortos días. 

Pero recuerdo esa tarde, tan viva está... aquel día dejé mi vida por ella, voló mi alma sobre su espesura, que tendía su paciente cuerpo entre ramas. Era la última ráfaga de otoño y mi invierno se encendía con ella. Trágica noche me aguardaba, su resplandor apagó mi inocencia y pronto resbalé entre las espesas negruras de su hastío. Ya no era la misma, su sonrisa no encendía mi corazón, no era desdicha lo que sentía, tan poco tormento esperaba... Sus ojos se nublaron de horror, como yo empezaba a suspirar, mi cuerpo no era el suyo, mi pesadilla no era la de ella. Quizás el silencio se escuchó porque todo cambió, desapareció por compañía de la nada, y me dejó sola entre un claro de espigas, prados colmados abrasaban mis brazos, no había nada ni nadie, ella no existía, no la encontraba. Empecé a llorar, me perdí a mi misma y ella se perdió conmigo. Mi amargura acabó cuando ella terminó conmigo, allí estaba tendida en la maleza de aquel árbol, tan radiante y espléndida, acostada desnuda era un reflejo de esa desbordante felicidad que me pertenecía, me la robó, yo la quería, pero ella solo me subestimaba, me mentía y todo empezaba de nuevo. 

A momentos la adoraba, en ocasiones la aborrecía, desprecio mutuo nos tenemos, en cuánto a desconfianza no hay un fulgor más lejano, sino es teniendo que soportarnos. 

No conozco mayor desprecio que el mirar al interior de mi nefasto cuerpo.