re-nacer, re-hacerse ante la violencia de todo este mundo

14 dic 2014

Llámalo valor

Aunque conviva día a día con ello, y me desmienta su genial transcurso, a veces no me hago a la idea de que las cosas cambian.
Y me da miedo enfrentarme a su realidad, porque ya no volverá el antes y ni si quiera habrá un después.
Quisiera echarle todo ese valor, para decir delante del espejo que ya no soy la misma, que hace dos días no es lo mismo que hoy, ni que mañana.
Enfrentarme, para desconsuelo de mi misma, que te fuiste, sin lágrimas, sin lástimas, que no regresarás, que no serás como antes.
Que los recuerdos son recuerdos, conquistados por el temido olvido. Que aprecie el presente, pero sin cogerle mucho cariño, a riesgo de robo.
En el camino de la concordia lo sufre, lo sufre mi corazón, silenciosamente se retuercen sus llagas cada noche, dándole luto a las penas, a las apariencias y a los engaños.
Ven a mí de nuevo, necesito tu calor,
el consuelo de un tierno abrazo,
alguna palabra tuya.
Que no caiga en desdicha,
que no te fuiste,
que no te has ido,
querido cigarro. (Tú siempre vuelves...)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola! :)
Debo decirte que he llegado aquí por casualidades de la vida, a través de otro blog. Pero...¡qué bella casualidad! Me he llevado una grata sorpresa al descubrir este lugar: me gusta el título, la música, las imágenes... Pero, sobre todo, me gusta cómo escribes, eres capaz de llegar directamente al alma.
Muy buena entrada, de verdad. Ha sido un placer llegar a este rinconcito. Si quieres puedes echar un vistazo al mío, aunque no es ninguna obligación.

Un abrazo, que seas muy feliz.❤

Irene R. dijo...

'Valor es nombre de chocolate, y amarga.'

Eso dije. Llámalo como quieras, pero tenlo.