Que viviendo en tus brazos la vida pasa,
como bailan los pájaros al volar,
llegando a un punto
en el que ni existe el tiempo,
ni la vida misma, ni la puta
realidad a la que estamos acostumbrados.
Que contemplando tus fijantes miradas,
los amaneceres se quedan
cortos de significado, y las flores
van perdiendo su encanto.
Que si lograra escuchar esa sonrisa
tan radiante como si fuera el propio
sol, perdería la noción
de mi misma , tanto como que añoraría
la razón de mi existencia.
Que el silencio ni oye tu risa
cuando flora en el mar,
ni tu bello cuerpo acariciado
por la espesa manta azul de agua.
Que me vuelves loca.
Que recuerdas a la niñez perdida.
Que pendo de tu propio hilo.
Que por mucho que pasen los años siempre serás
el dulce castigo que me propuso el destino
y mi debilidad ante los demás.
Y que si, que cada vez que me tocas, volvería a ser tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario