re-nacer, re-hacerse ante la violencia de todo este mundo

18 may 2014

lunas estelares


'El bosque se convertía en tres aires, ventisca, pólvora y niebla. Fuego se llamaba tu nombre, y como antorcha, quemabas esta tierra'.

Divagaba entre crueles pensamientos cuando te vi amanecer. Vi la imaginación de tu cuerpo impregnado en esta espesa negrura, derecho, altivo, en medio de todo este cerco. 
-Quédate- pronunciaba mi locura, las miradas se acobardan, eres silencio, eres sol en todo esto.
Apretaste los pasos, me acerqué a tu consuelo.
Un abrazo nos envolvía, un calor nos calentaba.
Pronto alzamos cabezas y dejamos cordura a parte, derritiéndonos en el puro y majestuoso beso de amantes.
Recuerdo que te besé, te besé como si no hubiera un mañana. Recuerdo tus manos acariciando mi espalda y tu pelo amoldándose a mi frente. Recuerdo la reverencia con que nos fundimos, haciendo del placer el arte de vibrar entre espamos, recuerdo que estábamos hechos el uno para el otro. 
Recuerdo que era tuya, mío, de los dos. 
Éramos silencio, sol... y lunas estelares que irradian en el cielo.

10 may 2014

cava vuelta



¿Dónde estoy? ¿A dónde he vuelto?

Las calles se miran de costado en esta ciudad de escarlata bruñida.
Bañadas en oro, fundidas de amantes.
Somos polos de oriente y palacios de rival occidente.
Imanes en alerta de inhibición, salida de atracción, colapso de amor.
Reflejos de cristales rotos y una sombra que cruza con miradas tristes.
(Cuídate, cuídame, cuídanos, que de mentiras nunca pudimos vivir).
La habitación se hecha encima, como entre sonrisas y caricias. Olvido tu nombre al amanecer.
Luces que proyectan recuerdos, flores que marchitan nuestro frío olvido. No te pienso. No me existo.
Guerra de autarquía, finales infelices. Besos de hipocresía en estas calles que cuentan historia.
Nuestra historia.
(Cuídate, cuídame, cuídanos, que de mentiras nunca pudimos vivir).
Amores que matan, amores reales, que se consumen o poseen locura. 
Batallas de ingenio, mentes sádicas y dejes de dulzura decorada en promesas fallidas.
Fallido. Fallido decoro. Resultaste error. Eres un error. 
(Cuídate, cuídame, no nos cuides, que de mentiras podemos vivir).
Cielo de mañanas que dictan las quejas de amor del nocturnal epílogo.
Somos verso, deshecho. Somos cosidos entre fuego.
Y en este juego de azar, de un destino cabrón y sincero, digo adiós, digo calle y un salmo.
Que tú ni fuiste momento, ni fuiste canción, ni dormido dolor.
Volví. Sin ti. Sin mí. Pero volví. Con un prólogo y catorce rosas por cada logro.

4 may 2014

el vacío de la inexistencia



Después de tiempo sin tocar tu cuerpo, ni acariciar tu rostro.
Después de no haber visto tu mirada en sueños, ni tu sombra reflejada en la ventana.
Después de no ser yo. Te eché de menos. Como a nadie. Como a ninguno.
Escogí tu vacío, vendí el mío. Intenté reemplazarte.
Elegí tu existencia. Cogí tu destino. Soplé de nuevo tu venida.

Y, después de todo, me di cuenta, de que el hielo quema, amor.