re-nacer, re-hacerse ante la violencia de todo este mundo

30 mar 2014

love will you remember


love will you remember
Nieblas y más nieblas. Sola, parada, estacionada ante la espera.
Canciones y tardes de domingo son lo que llueve entre el corazón y mi alma. El cigarro se consume y se apaga la llama de la esperanza con la que fumaba mis miedos y despedidas. Pero aquí, donde no pasa ningún tren con tu nombre, con mi destino y nuestra voz... muero de pie, ante el vacío de este día que solo cuenta horas y desilusiones.
Las vías precipitan mis decisiones, y son suicidio ante mi mirada que se contradice con mi mente. Quiere desaparecer, morir en el asfalto plagado de risas, lloros y alguna que otra sonrisa de pasajeros innatos y tontos, dónde no saben que su vida pende de ese hilo que cubre nuestras paredes de ruina.
Mientras mi última calada se aproxima y mi agonía crece por momentos, vendo mi cuerpo al tiempo y mi olvido a volver al recuerdo. Pero... sólo quiero ser la nada que complementa a este día, tan sombría como el amanecer que me espera, entre ella y la vía del tren que cruza por mi camino. Sólo dormir acostada en la acera y no despertar jamás entre el tumulto de aire y venidas de gente invisible que sólo estorba en el tramo de la gloria y la felicidad.

" Si encuentras hojas tiradas en el suelo, no las recojas, son letras que mueren por mí, pero que permanecen entre la memoria de quién era"

24 mar 2014

fugaces despedidas

fugaces despedidas
Nuestro destino muere, parecía que siempre vivía a las distancias, a las disputas y discusiones, a la fuerza del amor y la amistad... Todo parecía, más no lo era, como pude imaginar en cuanto supe y conocí de ti. No íbamos a durar, yo no iba a volver a existir de nuevo. Tú, no ibas a dejar caer más hojas por contemplar mi lloroso rostro, que ya penaba por no quererte, por no hablarte. Pero nuestra cruel vida nos separa, y nuestra felicidad irá de otro lado, del que nunca sabré que ocurrirá, ni como acabarás y como empezaré. Sólo espero que te vaya bien en esta vida tuya de la que ya no pertenece más que el recuerdo de lo que algún fue y fui para ti. Mis pasos ya no seguirán los tuyos, y mis manos no trazarán aquellos caminos que guiaban nuestro corazón... Pero, me queda tu olvido y mi recuerdo de nosotros y lo que éramos. Sé feliz, porque ya no puedo negarte la libertad que intenté robarte con amor. Sé dueño de tu alma y no intentes perfeccionar a otra que morirá entre tus brazos, como lo hice yo. Sé vida, sé amor, sé paloma al viento que rodea la mirada de la ciudad, porque yo ya no estaré para contemplar el día que fuiste y serás bienvenido otra vez a mi mundo venidero de alegría.

"Tómame entre tus brazos, déjame vagar por tu cuerpo, déjame morir en algo
que nunca fue prohibido"

16 mar 2014

no puedes remplazar lo que tanto anhelo amar


 lo que tanto anhelo amar

Quiero ver ojos que contemplen lo que los míos lloran,
que por fuera sonrían lo que yo no siento,
y duerman entre amor que no recibo.
Quiero que seas tú, quién sueñe entre el recuerdo,
y moje mis besos en los tuyos.
Que seas el que calme, el cuerpo que atormentan los espejos,
que eleves plegarias y recites soledades de miedos.
Pulcros silencios que no escuchan, no te rindas ante camas de sufrimiento.
Lucha por mí, por ti, por nosotros.
Amado mío, mis manos reflejan todos los intentos de ser escuchada, de ser querida.
La cama me consume, mientras tu alma se tumba junto a la mía.
Sigue rezando, y que venga un ángel y nos aguarde. 
Porque estoy perdida, apagada entre sábanas que proyectan 
el ayer como el paraíso efímero del que nací y he vuelto a morir.
El tormento será peor cada día que pase.
Aún cuando callaban mis desasosiegos, aún cuando echaba de menos tus quejidos, me volvía fría.
Necesitaba abrazos invisibles que se consumían entre aires que pisaban mi magullado corazón.
Y quiero volver a ver tu olvido, tu cara en el empañado cristal.
Y quiero volver a sufrir tu dolor, soportarnos a los dos.
Quiero vida contigo, y muerte de tu mano.
Tengo tantos sentimientos, tanta vida, que por tener, acaban día tras día.
Tu deje inicial que perturba al mío.
Y tu sombra que vuela en este hastío.
Del que no salgo aunque me metan cañón y bala por mi vacío.

15 mar 2014

el cielo se apaga ante mis ojos


el cielo se apaga ante mis ojos
Era el comienzo de aquella canción lo que sonaba entre mis dedos, 
la dejaba correr, ella misma se escurría por placer.
Voces incoloras se oían esa misma noche, recordaban.
El fuego interno se consumía, mientras la lluvia prolongaba la agonía.
Aquella canción reposaba entre mis brazos, quería huir de mis ojos
y mi cuerpo empezaba a echarla de menos.
Al compás de sus pies, bailaba yo este baile, en el cuál el pensamiento
y la cordura dejaban pasearse de la mano. 
Soplos de pérdidas asomaban entre los árboles, 
la habitación de un momento a otro se enfriaba, caía la noche serena.
Se olvidaba la tempestad, se olvidaba el frío invierno.
La luna llena reflejaba lo sola que estaba y me sentía.
En un lugar de aquel bosque se calló el silencio, 
se cayeron mis ojos ante la espera,
y se volvía a oír aquella canción tan deseada en esta velada.
Bienvenida a la eterna oscuridad.
Volví a despertar de los infiernos.


7 mar 2014

córtame las venas, estoy dispuesta a odiarme


córtame las venas, estoy dispuesta a odiarme

En tus brazos se congela mi invierno. 
Añoro esas palabras dormidas que escuchaba en los perennes sueños.
Me duermo y contemplo tu ser, tu marchito ser. Se escapa de mis dedos, 
circula por mis desgastadas venas.
Intentas salvar las distancias, acompañar mi destino. 
Pero no puedes.
Los días son como aires que azotan mi corriente, tránsitos hacia mi muerte.
Pero no puedes.
Eres efímera tempestad cálida, versos de Neruda que acompañan 
mis tardes tardías de amor.
Eres tú. Mi consuelo y mi fervor.
Despellejaste la vida de mi incierta alma, vivo encerrada entre copas de dolor y frío cuerpo.
Pero no puedes.
Nunca serás suficiente en esta alba, ni prenumbra en mi esplendor. 
Porque cuando tú vuelves...
Yo voy y vendré. Ya no estarás. Fuiste el tiempo pasado de mi tumulto presente.
Y corres como el mar, y te apaciguas como el viento. Pero nunca podrás, 
ni estarás entre mi solitario cariño.
La soledad marca el compás de mi agonía, establecida de mi inmensa palabra de mujer. 
Pero no puedes venir a por mí. No me entiendes ni me comprendo a altas horas de la madrugada.
Sola entre fantasmas del ayer e indecisa por los susurros futuros, anduve entre tu cuerpo, como una desconocida, extraña a la luz de tus ojos.
Me dejé llevar por tu cordura. Qué mala suerte! Fue un error. Tú no puedes conmigo.
Bonito fue mientras duró, pero ahora me estallan las horas sin un escrito tuyo.
Pero no puedes y eso lo sé. Pero no puedes y eso es lo que me jode. 
Que yo tampoco puedo con mi alma.

-ratoncito que se cuela, que pretendía ocupar aquel hueco vacío de mi corazón, que siempre me recuerda cómo pude perderte y lo que me falta por olvidar-